Agencia en acción: Lecciones de Deadpool para el desarrollo de producto
Un viaje a través de la odisea de la producción de Deadpool y como un pequeño grupo de individuos con agencia e iniciativa pueden suponer la diferencia entre el éxito y el fracaso de un producto.
Deadpool y Lobezno superó los mil millones de dólares de recaudación la semana pasada, convirtiéndose en la película más taquillera de la historia de clasificación R (no apta para menores). Pero, ¿sabías que la saga estuvo a punto de no ver la luz?
La historia de la producción de Deadpool me parece un ejemplo perfecto de cómo individuos con un alto nivel de agencia pueden ser claves para el éxito de un proyecto.
La odisea de la producción de Deadpool
Los inicios de la película de Deadpool se remontan a 2004, cuando Ryan Reynolds se interesó por el personaje. Había terminado de rodar Blade: Trinity para New Line Cinema, y junto al director y un ejecutivo de la distribuidora, trataron de poner en marcha el proyecto. Sin embargo, los derechos pertenecían a Fox, que en ese momento se encontraba desarrollando el universo de los X-Men, y este no llegó a avanzar.
Un año después, en 2005, Reynolds averigua que Fox estaba considerando hacer una película de Deadpool por sí misma. Este no dudó en postularse para el papel protagonista con declaraciones como estas:
“Me encantaría rodar ese papel. El mercenario bocazas… es la razón por la que salí del vientre de mi madre, para interpretar ese papel. Así que algún día. Ojalá.” — Ryan Reynolds
Esta acción es la primera demostración de agencia por parte de uno de los integrantes del proyecto. En lugar de esperar la oportunidad, Reynolds declaró públicamente su interés y compromiso para interpretar al personaje.
Tuvieron que pasar cinco años hasta que Fox, en 2009, introdujese a Deadpool por primera vez ante el gran público. Lo haría con la aparición del personaje en X-Men Origins: Wolverine, con Reynolds interpretándolo. Su pasión había dado fruto.
Un año más tarde, en 2010, Fox dio luz verde al film de Deadpool en solitario y comenzó la búsqueda de un guión. Este acabó en manos de Rhett Reese y Paul Wernick, dos desconocidos que hasta entonces sólo tenían un libreto en su haber, el de Zombieland. Cómo se hicieron con el encargo es también una historia curiosa.
Los guionistas presentaron una primera versión que Reynolds rechazó. Aquí podría haber terminado el Deadpool que conocemos si su agente, en otra demostración de agencia, no hubiera insistido. Envió a Reynolds una copia de un guión que sus representados habían escrito para un piloto de HBO que no llegó a ver la luz del día. Gracias a esto, consiguió una segunda oportunidad. Reese y Wernick la aprovecharon.
Reese, en Hollywood Reporter, cuenta qué ocurrió tras ese segundo encuentro con Reynolds:
"Ryan escribió un email apasionado a Fox después de esa comida. “Estos son mis chicos. Ni siquiera necesitáis escuchar la propuesta. Lo vamos a resolver, pero estos son mis chicos”. Y eso fue lo que nos puso en el camino correcto".
Ya con guionistas, el proyecto se estancó de nuevo por varios motivos. En 2011 se estrenó Green Lantern, protagonizada por Reynolds, la cual fue un fracaso comercial. A esto se unieron las dudas de la Fox al respecto de la calificación de la película, no apta para menores, y el presupuesto que necesitarían para rodarla.
Para reducir riesgo, o quizás como excusa, los ejecutivos de Fox pidieron al director, Tim Miller, que hiciera una prueba de rodaje de bajo presupuesto. Lo hizo con CGI y con Reynolds poniendo voz a Deadpool, pero no consiguió convencer a los ejecutivos para dar luz verde al proyecto. Deadpool, la película, estaba en vía muerta de nuevo.
Pasaron tres años sin noticias. Incluso James Cameron y David Fincher, amigos del director, trataron sin éxito de hacer cambiar de opinión a la Fox. De nuevo, este podría haber sido el final de Deadpool, Pero en 2014 pasó algo inesperado: se filtró en Internet el rodaje de la prueba que Miller había grabado unos años antes.
A día de hoy se desconoce quién publicó la prueba coincidiendo con la Comic-Con de San Diego. Aunque sólo estuvo una hora online, no tardó en llegar a Youtube y Vimeo, generando una grandísima expectación entre los fans de Deadpool. Dos meses más tarde, la Fox daría luz verde.
El propio Reynolds, en declaraciones a Yahoo Movies, reconoce que la filtración fue clave para que la película viera la luz:
Yahoo Movies: Los fans de los cómics llevaban años queriendo un spin-off de Deadpool, pero parecía que la idea estaba muerta. ¿Cómo es que el proyecto revivió de repente?
Ryan Reynolds: La filtración de la prueba. Exclusivamente la filtración de la prueba. Al cien por cien.
Reynolds llega a comentar cómo, años atrás, habían llegado a discutir la posibilidad de filtrarla en una cadena interna de correos interna:
Yahoo Movies: Entonces, cuando la viste online, ¿estabas nervioso? ¿Emocionado?
Ryan Reynolds: Estaba emocionado, porque puedes echar la vista como tres años atrás y, en una cadena de correos electrónicos entre todos nosotros, el grupo central involucrado en Deadpool, leer "Deberíamos filtrar esto, joder". Diciendo: "Oye, si esto se estanca, uno de nosotros debería decir 'Uy, lo he filtrado por accidente'". Pero nadie parecía querer hacer el loco, incluido yo. Alguien lo hizo por nosotros, años después, cuando todos dábamos por hecho que el proyecto estaba completamente muerto.
Y así es cómo, por la simple iniciativa de un pequeño grupo de personas, que una de las sagas más taquilleras de la historia del cine reciente llegó a ver la luz.
La importancia de la agencia en las organizaciones
Agencia es una mala traducción del término inglés agency, que en una de sus acepciones se refiere a la “capacidad de tomar una acción”. En el contexto del desarrollo de un producto, la utilizamos para representar la capacidad para tomar decisiones y actuar de manera autónoma.
Los individuos que demuestran una alta agencia, serían los que identificaríamos como aquellos con iniciativa o proactivos. Son aquellas personas en una organización que no esperan a que sucedan cosas, sino que hacen que sucedan.
Sería Ryan Reynolds postulándose firmemente en público para el papel de Deadpool. Sería el agente de los guionistas no dándose por vencido e insistiendo en que les reconsideraran. Sería la persona que filtró la prueba, exponiéndose a ser descubierto y quedar marcado para siempre.
Son aquellos que prefieren pedir perdón a pedir permiso. Aquellos capaces de jugarse su puesto por sus ideas. Es el perfil de los fundadores de la mayoría de Startups y de los mejores profesionales que conozco en todos los ámbitos, desde Product Managers a Ingenieros, Diseñadores, QAs, etc.
Una empresa dónde los empleados no ejercen una alta capacidad de agencia, bien porque la estructura no lo permite, bien porque no dan el perfil para ejercerla, es una empresa muerta.
Personalmente, es la cualidad que más valoro cuando entrevisto a candidatos. Trato de indagar en su pasado buscando situaciones en las que hayan tenido que sortear las normas imaginativamente para desbloquear una iniciativa.
Y es que la resistencia en las organizaciones es brutal. La respuesta más común que escucha cualquiera ante una nueva idea es el no. Yo mismo reparto decenas de noes al mes. Es por eso que valoro especialmente aquellas personas que son capaces de sobreponerse a uno y tratar por todos los medios de llevar sus proyectos adelante.
Es hasta irónico si nos paramos a pensarlo. Las empresas necesitan a gente que no acepte un no por respuesta, porque la respuesta más común que se va encontrar cualquier nuevo empleado es precisamente un no.
Luchar contra el Statu Quo es la primera barrera que cualquier nuevo empleado debe superar. Y es por eso que las personas que demuestran una gran iniciativa, un alto nivel de agencia, son imprescindibles para llevar al éxito cualquier producto.
Gracias por este gran post e historia Simón.
Después de los años me he dado cuenta que la agencia es una de la habilidad clave para que un proyecto salga adelante.
Mis 2 cents a tu artículo.
Cuando un producto se saca con “pura agencia” muchas veces el resultado es algo increíble que se distingue del resto por esto mismo; porque desafío al status quo, ganó, y precisamente por eso destaca tanto.
Y es por eso precisamente por lo que a veces hay que seguir empujando y buscando acciones que tomar para sacar algo adelante, porque sabemos que el resultado vale la pena.