Código rojo en la web abierta
Google ha declarado el código rojo por la aparición de ChatGPT. Analizamos cómo la nueva inteligencia artificial generativa de OpenAI puede cambiar Internet tal y cómo lo conocemos.
Esta semana aparecía la noticia de que en Google han declarado el código rojo con la aparición de ChatGPT, el chat bot de inteligencia artificial de OpenAI que lleva unas semanas revolucionando Internet.
Y no es para menos. En mi opinión, ChatGPT tiene el potencial de cambiar cómo nos relacionamos con Internet. E incluso Internet mismo.
Por poner un ejemplo, una de las partes de mi rutina habitual para escribir estos artículos consiste en documentarme sobre el tema del que quiero hablar. Para hacerlo, mi proceso habitual suele ser lanzar unas cuántas búsquedas en Google para tratar de identificar los mejores artículos al respecto y tomar notas sobre ellos.
Pues bien, desde hace unas semanas, casi siempre empiezo mi búsqueda en ChatGPT, el cual hace el trabajo por mí de resumir cualquier tema sobre el que quiero escribir. De esa forma, Google me pierde como cliente en esas búsquedas. Me parece normal que hayan puesto el código rojo.
Pero hay aún un aspecto más preocupante, ChatGPT tiene el potencial de cambiar Internet tal y como lo conocemos.
No es un secreto que ChatGPT se ha entrenado con los datos de la web abierta. Así es que puede responder preguntas de código, ofrecerte recetas de cocina o planes de entrenamiento personalizados.
A esa web abierta se llega a través de los buscadores como Google, en una relación ganar-ganar-ganar, donde en principio tres partes salen beneficiadas:
El usuario que encontraba una respuesta rápida a sus consultas a través de Google u otro buscador.
El creador del contenido, al que Google le llevaba tráfico a través de sus enlaces que posteriormente podía monetizar ya en su medio.
A Google, quién podía ganaba dinero de poner publicidad en sus páginas de resultados.
Sin embargo, ChatGPT rompe este círculo virtuoso. Lo rompe porque el bot no te lleva a la web del creador del contenido, sino que simplemente lo utiliza como base para que, combinado con el contenido de otros creadores, ofrecerte la mejor respuesta posible.
De esta forma, desaparece el incentivo para crear contenido en abierto. Si ChatGPT o cualquier otro va a aprovecharse de lo que escribas para alimentar a sus modelos sin darte nada a cambio, mi pronóstico es que todo el contenido de calidad se terminará yendo detrás de un muro de pago.
Tampoco es que ahora fuera gratis. La mayor parte del contenido en Internet está sufragado por la publicidad. Unos pocos, subvencionan a la mayoría que tan sólo navegan. Pero este equilibrio, se hace añicos con ChatGPT y alternativas similares.
Es también inevitable. A poco que hayas usado ChatGPT te das cuenta de que la forma en la que interactuamos hoy en día con los buscadores es arcaica. ¿Por qué hago una pregunta y tengo que navegar entre decenas de enlaces, la mayoría basura creados únicamente para posicionar, para encontrar la respuesta a mi pregunta? Preguntar a un bot y obtener una buena respuesta es una forma mucho más natural de hacerlo.
La mayor parte de las búsquedas se harán así. Los buscadores quedarán para investigadores y otros casos de uso similares.
No tengo duda de Google está ante el clásico dilema del innovador. Estoy 100% seguro de que ya dispone de la tecnología para ofrecer una solución similar, pero hacerlo supondría canibalizar su modelo de negocio actual, el cual supone más del 80% de sus ingresos.
Mi predicción es que será otro jugador el que termine lanzando el nuevo Google basado en un modelo similar al de GPT-3. Microsoft parte en cabeza, ya que tiene una alianza estratégica con OpenAI siendo los que proveen la infraestructura sobre la que corre ChatGPT. Pero puede no ser el único.
Y no es la única amenaza que tiene Google. La propia compañía maneja informes en los que han identificado que hasta un 40% de GenZ (jóvenes entre 10 y 25 años), prefieren realizar sus búsquedas en Instagram o TikTok.
Sí, a mí también me explota la cabeza, pero tiene sentido. Prueba a encontrar dónde comer hoy buscando en Google frente a hacerlo en TikTok. En Google te pasarás un buen rato navegando entre enlaces, leyendo opiniones, tratando de diferenciar el grano de la paja. En cambio, en TikTok, empezarás a ver vídeos de restaurantes al instante. Podrás ver su ambiente, sus platos, escuchar opiniones de clientes. Los jóvenes tienen claro qué prefieren.
Heráclito dijo: Lo único constante es el cambio. Tengo claro que estamos en la próxima década vamos a asistir a un cambio radical en la forma en la que interactuamos con la web y la forma en la que esta se construye.
Quizás sea hasta bueno dejar atrás de una vez por todas el modelo basado en la publicidad y la explotación de nuestros datos y hábitos de navegación. Quizás esto disminuya el incentivo de crear contenido basura sólo para posicionar bien en Google y otros buscadores. Quizás haga aumentar la piratería de nuevo, si al mejor contenido se le ponen barreras que prevean que se pueda utilizar para estos modelos. Quizás para entrar en cualquier web haya que pasar un captcha para demostrar que eres un humano.
Es difícil saber dónde acabaremos, pero ahí está también parte de la gracia. La humanidad siempre ha salido adelante en tiempos de incertidumbre, y esta vez no será diferente. Esa incertidumbre es la que permitirá a las mejores mentes creativas lanzar nuevos modelos de negocio hoy totalmente desconocidos.
P.D. Como ejemplo del potencial de ChatGPT. Para escribir este artículo he hecho dos consultas, que os copio aquí. De esta forma me he saltado a Google y probablemente 4 o 5 visitas a sitios web para llegar a la respuesta correcta.
Es increíble como avanza todo, lo tengo que probar aunque si no informa del autor que publica el contenido no me convence.