El Martillo de Maslow
Descubre qué es el Martillo de Maslow y cómo puede afectarte a la hora de idear mejores soluciones.
Un día, trabajando en Flywire mi jefe me pidió si podía entrevistar a un candidato para un puesto de Product Manager en Boston. Acepté sin problemas y unos días después conecté con el aspirante por Hangouts.
En principio no tenía demasiada experiencia como PM, pero había participado en un par de productos basados en Inteligencia Artificial, y por aquel entonces eso era algo que pensábamos podía encajar para el puesto.
Hizo una entrevista casi perfecta, con un grado de preparación notable y demostrando un claro interés en aplicar la IA para resolver cualquier problema. Me pareció más que apto para el puesto, así que le puse la nota más alta en nuestro programa interno de recruiting.
Este sistema te permitía ver las conclusiones de otros entrevistadores en el proceso. Me puse a revisarlas para ver si estábamos alineados, y encontré una de un sénior con mucha más experiencia que yo que me sorprendió.
Éste le daba una puntuación negativa al aspirante, y su principal motivo era precisamente la tendencia del candidato a resolver cualquier problema tirando de Inteligencia Artificial. Y ahí es cuando caí en que había sido víctima del Martillo de Maslow.
El martillo de Maslow
El Martillo de Maslow, también conocido como la Ley del Martillo o el Martillo Dorado, es un sesgo cognitivo que nos induce a querer solucionar cualquier problema con aquello que mejor manejamos.
Maslow la popularizó en su libro The Psychology of Science (1966) con una frase que se traduciría cómo: “Supongo que es tentador pensar que, si la única herramienta que tienes es un martillo, puedes tratar cualquier cosa como si fuera un clavo.”
El problema del Martillo de Maslow es que nos impide ver más allá de lo que ya conocemos y con lo que nos sentimos cómodos. Eso limita el espacio de la solución, y nos constriñe únicamente a aquello con lo que hemos tenido éxito en el pasado.
Un ejemplo perfecto es el caso de nuestro aspirante. La inteligencia artificial era su especialidad y el camino que quería seguir, así que cualquier problema para él era una oportunidad para resolverlo aplicándola. Sin embargo, no todos los problemas requieren Inteligencia Artificial, y de hecho muchos se pueden resolver de formas mucho más sencillas.
Otro ejemplo reciente en el mundo de la industria lo tenemos en Elon Musk, quien sin duda fue víctima del Martillo de Maslow. Musk, probablemente una de las mentes más brillantes del planeta, no pudo evitar aplicar su lógica ingenieril en el diseño de las factorías de Tesla al decidir automatizar la producción al máximo. Por decirlo así, Musk confió más en los robots que en los humanos.
Sin embargo, nuestro magnate preferido no tardó en descubrir su error cuando Tesla no alcanzó sus ambiciosos planes de producción del Model 3 por sufrir constantes defectos de calidad. Al parecer, hay cosas para las que los humanos todavía son mejores que los robots, así que Tesla tuvo que apartar a las máquinas para volver a introducir a trabajadores en sus cadenas de montaje.
“We did go too far on the automation front and automated some pretty silly things.” Elon Musk.
Cómo evitar el Martillo de Maslow
Como cualquier otro sesgo cognitivo, lo primero es ser consciente de que existe y saber que en cualquier momento podemos caer víctimas del mismo. No hay recetas mágicas, pero en general, podemos seguir algunos pasos para intentar evitarlo:
Fuerzate a buscar soluciones alternativas
No te conformes con la primera solución, la cual por defecto será la más cómoda para ti. Esfuérzate en considerar al menos una o dos soluciones alternativas que puedan competir con tu opción principal.Comparte tu solución con otros perfiles
Si eres un ingeniero, comparte tu solución con perfiles que no sean ingenieros. Compártelo con gente ajena a tu equipo de trabajo. No buscas confirmación, buscas divergencia. Cuántas más opiniones tengas, más seguro podrás estar de haber acertado con tu planteamiento.Amplía tu círculo de competencia
Si lo único que sabes utilizar es un martillo, va a ser difícil que consideres otras opciones. Sal de tu zona de confort y aprende a utilizar otras herramientas que te permitan diseñar mejores soluciones.
Como nota final, deciros que el candidato finalmente no fue contratado. Precisamente la carencia de otras herramientas en su arsenal, fue lo que en mi opinión decantó la balanza en este caso.