Entregar no es suficiente
No hay nada más inútil que hacer eficientemente aquello que no debería haberse hecho en absoluto.
Esta semana, la cuenta del equipo de ingeniería de X (antes Twitter) publicaba un extenso tweet vanagloriándose de todo lo mucho que habían hecho durante el año.
El día anterior, el Wall Street Journal publicaba un artículo sobre el primer año de Elon Musk al frente de la compañía adjuntando un gráfico bastante demoledor.
Twitter, perdón, X, es la única red social que ha caído en tráfico en el último año.
X tenía fama de entregar poco. Durante años se le criticó la escasa evolución de su producto. Musk llegó y se dispuso a cambiar eso. Algunos dirían que lo ha conseguido, pues la velocidad de entrega parece que ha aumentado. Ahora bien, viendo sus resultados X se convierte así en el ejemplo perfecto de que entrega no es lo mismo que impacto.
¿Por qué es importante centrarse en el impacto?
Hacer producto no consiste en sacar funcionalidades por la puerta. Cualquiera puede conseguir eso. Hacer producto consiste en invertir tus recursos en lo que de verdad importa. En aquello que va a ayudar a progresar a nuestros usuarios de forma rentable para nuestra empresa, pero, sobre todo, en evitar hacer cualquier esfuerzo que no vaya a contribuir a hacerlo.
Pensar en términos de impacto es una de las mejores herramientas que tienen las empresas de producto para evitar caer en la trampa del hacer por hacer. Entre otras cosas:
Ayuda en la priorización y la asignación de recursos: estimar el impacto estimado de cada una de nuestras iniciativas nos ayudará a priorizar y asignar los recursos en aquellas que tengan el potencial de mover la aguja, descartando así las ideas más peregrinas.
Aporta claridad y responsabilidad sobre los objetivos: pensar en términos de impacto obliga a tener la conversación sobre qué objetivo persigue cada uno de los equipos. Y tener esa conversación, aporta también responsabilidad a los miembros del equipo sobre el mismo. No es casualidad que cuando el objetivo es la simple entrega, los equipos se no se impliquen una vez están lanzados. Este es uno de los grandes cambios de mindset entre empresas de proyectos y de producto.
Facilita mantener el foco en el usuario: difícilmente vas a tener impacto si no centras tus esfuerzos en cubrir las necesidades de tus usuarios. Muchas veces nos engañamos pensando que simplemente añadiendo más funcionalidades estamos trabajando para ellos. Aquí el caso de X es muy paradigmático. Decenas de nuevas features en este último año, pero impacto negativo en el negocio. Entregar no es suficiente.
Permite mantener nuestra ventaja competitiva: un equipo de producto trabajando enfocado en el impacto permite a la empresa mantener su ventaja competitiva en el mercado. Sólo empresas con amplios fosos como las redes sociales con sus efectos en red pueden permitirse no aportar valor constantemente a sus usuarios. En un mundo donde la competencia es despiadada, invertir tiempo en aventuras que no mejoren nuestro producto para nuestros usuarios puede suponer el camino más rápido a la irrelevancia.
No todas las empresas son empresas de producto
Espero haberos convencido de que trabajar centrados en el impacto es crítico para el éxito en cualquier empresa de producto. Lo siguiente que os voy a decir os puede sorprender: no todas las empresas que dicen ser de producto lo son en realidad.
La realidad es que hay muchas empresas donde se contrata a Product Managers para decirles lo que tienen que hacer. Su mayor responsabilidad en este tipo de empresas es conseguir que el equipo entregue lo que algún stakeholder ha decidido hacer. Tenga o no tenga sentido.
Aún en estas situaciones, tener una conversación sobre el impacto que se espera obtener con esa idea os ayudará a ambos a entender si realmente vale la pena invertir esfuerzo en perseguirla.
En el peor de los casos el stakeholder, o tu manager, te intentarán torcer el brazo para que tu equipo trabaje en ella aunque no haya una justificación clara. Me da que en el Twitter de Musk, famoso por despedir a cualquiera que le lleve la contraria, ha pasado mucho esto. La realidad es que tienes que tener la vida muy resuelta para jugarte tu empleo llevando la contraria a tu manager.
Esta situación es tan habitual que la comunidad de Product Management tiene hasta sus propios memes:
Los resultados de Twitter no son más que los de una empresa donde todos aquellos que podían tomar el camino de la derecha han huido o han sido erradicados. Los que quedan, son simplemente ejecutores de las decisiones de un CEO que, por ahora, no parece estar muy acertado.
A más pequeña escala, a la escala casi microscópica del ecosistema patrio, los visionarios aspirantes a parecerse a Musk abundan. Es bastante posible cruzarse con ellos en alguna startup. Se les reconoce porque fichan Product Managers para decirles lo que tienen que hacer.
Estos perfiles en realidad no buscan Product Managers, pero no lo saben. Simplemente buscan a personas que pongan a producir a un equipo de ingeniería sus ideas más peregrinas.
Mi consejo ante estos escenarios es pragmático. Haz lo que te dicen mientras buscas otro trabajo. No es tu responsabilidad enseñar como se hace producto a tu jefe.
Pero si lo intentas, si ves un resquicio de esperanza, apóyate en ejemplos como el X de Musk. Pocas veces queda tan en evidencia que no hay ninguna correlación entre entregar mucho e impactar en el negocio. De hecho, si algo demuestra es que puede ser hasta negativa.
Oro purooo está newsletter Simon!!!