Excusas para retrasar tu MVP
Apple lanzó el iPhone sin copia/pega. ¿Qué excusa tienes para no lanzar tu MVP?
Esta semana MacRumors, un portal especializado en productos de Apple, publicaba un artículo haciendo referencia a 15 características de las que carecía el iPhone en su lanzamiento en 2007. A destacar:
Tienda de aplicaciones
Copiar/Pegar
Cámara frontal
Cámara de vídeo
Linterna
GPS
La habilidad de copiar y pegar en concreto, no llegaría hasta dos años más tarde, en 2009. Para entonces Apple ya había vendido 20M de teléfonos.
Escribo esto mientras pienso en una empresa que fundé alrededor de la misma fecha de lanzamiento del iPhone. Teníamos un MVP listo para mediados de Marzo, el cual retrasé conscientemente unos seis meses mientras añadíamos algunas características para dejarlo “perfecto”.
El primer mes facturamos 70.000€. El segundo 120.000€. Calculo que mi decisión de retrasar el lanzamiento nos costó medio millón de euros. Fue un buen aprendizaje desde luego.
Ya de vuelta en 2022, no está de más recordar la historia original del iPhone. Si Apple pudo sacar a la venta el primer iPhone sin copy/paste, ¿qué está retrasando la salida de tu MVP? ¿Qué excusa te estás poniendo para no hacerlo?
¿Por qué retrasamos la salida de nuestros MVPs?
En primer lugar, hay que tener valor para hacerlo y superar el efecto de la aversión a la pérdida. Tversky y Kahneman demostraron como la posibilidad de perder nos duele más que obtener una ganancia equivalente. Retrasar el lanzamiento es una forma de evitar materializar un posible fracaso. Es tremendamente complejo vencer este sesgo y lanzar al mercado cuando sabes que el producto no está 100% como a ti te gustaría.
Por otra parte, el efecto Dunning-Krueger garantiza que en tu empresa serán raudos en apuntarte todo lo que está mal. No hay que ser un genio para detectar esa feature a medio hacer. El miedo a las críticas internas puede ser un importante freno a cualquier lanzamiento.
Una razón curiosa para retrasar el lanzamiento es no haber definido qué es el éxito. Me sigue sorprendiendo la cantidad de proyectos que se inician sin una definición clara de qué es lo que se busca conseguir con ellos. En cierto modo debe estar relacionado con la aversión a la pérdida. Si no sabes lo que quieres, no puedes fallar.
La optimización prematura también es otra causa habitual para retrasar un MVP. Preocuparte hoy por problemas del mañana. El ejemplo típico es preparar tu sistema para escalar a millones de usuarios cuando ni siquiera sabes si llegarás a tener encaje en el mercado.
En ocasiones también retrasamos un lanzamiento como una forma mal entendida de preservar opcionalidad. Mientras no lanzamos, nos reservamos todas las puertas abiertas a cubrir cualquier caso de uso de última hora que nos pueda parecer interesante cubrir.
Siempre queda trabajo por hacer. La Ley de Parkinson te garantiza que el trabajo se expandirá el tiempo que dediques al proyecto. Si esperas a que llegue un día en que todas las tareas estén terminadas y puedas decir que estás listo para lanzar, probablemente nunca llegará. Si lo retrasas un mes, llenarás ese mes con más trabajo. Si lo retrasas tres meses, lo mismo. Un MVP nunca está acabado.
¿Por qué es importante evitar retrasar la salida de tu MVP?
En primer lugar, porque a más tiempo tengas abierto el MVP, más se ampliará el alcance del mismo. Mientras no lances, siempre estás a tiempo de pulir ese último detalle o a que llegue el ejecutivo de turno pidiendo que tengas en cuenta su última idea.
Por otra parte, la única validación que de verdad importa te la da el mercado. Por mucho análisis que hagas, por muchas horas de research que le metas, por muchas demos internas que realices, sólo descubrirás si tu producto tiene tracción una vez lo lances al publico.
También hay una razón motivacional. La gente es inteligente y sabe que cuando se retrasa conscientemente un MVP es que las cosas no están demasiado claras. Eso puede generar cierto efecto vagón de cola haciendo que la tu equipo baje los brazos y se ponga en modo pasivo.
Por último, también por una sencilla razón de costes. Cada mes que retrasas la salida de tu MVP estás generando dos costes a tu empresa. Por un lado, el coste del propio equipo desarrollándolo, y por otro, el coste del retraso en la obtención del posible rendimiento que podría generar el proyecto.
¿Cómo evitar retrasar la salida de un MVP?
Define qué quieres conseguir
En primer lugar es vital definir qué quieres conseguir. ¿Cuál es la hipótesis a validar con tu MVP? ¿Cómo sabrás que has conseguido validarla?
Partiendo del final, del objetivo que tienes que conseguir, el siguiente paso es definir el camino más corto que te permitirá alcanzarlo. Ese, y sólo ese, debería ser el alcance de tu MVP.
Anuncia tu MVP y educa a la organización
Describe claramente tu MVP en un documento breve y promuévelo a los interesados. Necesitas establecer claramente las expectativas definiendo claramente qué vas a hacer, por qué lo vas a hacer, y sobre todo, qué no vas a hacer. Muchas veces la mejor forma de que alguien entienda en realidad el alcance de un MVP es listando explícitamente todo aquello que no va a ser.
Marca los plazos
Recuerda que el trabajo siempre se expande de acuerdo para abarcar todo el tiempo que tengas disponible. Utiliza deadlines para generar conversaciones que te permitan descubrir el trabajo real que hay detrás de un MVP. Ajusta el alcance en base a ellas, llega a un acuerdo con el equipo, y luego define hitos que te permitan validar que estás avanzando al ritmo adecuado.
Sirve al equipo
Una vez el desarrollo esté en marcha, no te desentiendas. Asiste a los rituales diarios y observa cualquier problema que esté enfrentando el equipo. Si algo se atasca y tiene el potencial de bloquear el desarrollo, busca alternativas.
Conclusiones
Como seres humanos, estamos sometidos a una serie de sesgos como la aversión a la pérdida que pueden hacer que retrasemos nuestros MVPs.
El coste del retraso en la entrega de un MVP tiene un coste muy real para nuestra empresa, así que es importante que los tengamos en cuenta y pongamos medios para protegernos de ellos.
Recuerda, lo perfecto es enemigo de lo bueno, o cómo diría Reid Hoffman, si la primera versión de tu producto no te avergüenza es que probablemente has lanzado demasiado tarde.
Muy probablemente en Apple había un Product Manager muy avergonzado cuando lanzaron el iPhone sin la posibilidad de copiar y pegar. Apple ha vendido 2000 millones de iPhones desde entonces.
Genial resumen de algo que cuesta muchísimo hacer entender a muchos emprendedores. Creo que tiene que ver con cierta necesidad del emprendedor de tener razón en la solución (cuando deberían obsesionarse con el problema) y el miedo de que el Mvp no valide su hipótesis sobre la solución, aún cuando podría validar que su diagnóstico del problema era correcto. Otro tema, relacionado con esto y con el post de sobre optimization, son las listas de features que nadie ha pedido nunca... ¿Tiene sentido trabajar en features que absolutamente ningún usuario ha pedido o ha expresado un problema que esa feature pudiera solventar? Sin duda que en el caso del copy paste del iPhone, es algo que los usuarios pidieron desde el primer momento.
Un saludo Simón!