Éxito y fracaso de un Product Manager según el contexto
Una historia sobre cómo un cambio en el entorno puede llevarnos del éxito al fracaso. Hablamos acerca de la importancia de identificarlo correctamente y cómo adaptarnos al mismo.
El artículo de hoy comienza devolviéndonos al pasado. Concretamente a esa clase de biología donde nos explicaron como el código genético determina las características de los seres vivos.
Haciendo memoria, podríamos recordar como las moléculas de ADN se agrupan en forma de genes en nuestros cromosomas. El agregado de genes de una persona determina su genoma. Sin embargo, y contrariamente a lo que se cree, éste conjunto por sí sólo no determina todo lo que somos.
Esto es así porque los genes de nuestro genoma pueden estar activados (expresados) o no. Y esto es importante porque estudios demuestran que la expresión de ciertos genes depende del entorno, especialmente en momentos tempranos de nuestra vida cuando el cerebro se está desarrollando.
Así pues, en el caso de que pudiéramos clonar a Michael Jordan, ligeros cambios en el entorno como podría ser una mala nutrición o altos niveles de estrés, podrían hacer que su desarrollo fuera totalmente distinto al de la estrella del baloncesto que todos conocemos.
El entorno, el contexto, importa.
El mismo Product Manager en dos contextos distintos
He empezado hablando de genética para introducir la importancia de identificar correctamente el contexto en el que nos encontramos en nuestro rol como Product Managers.
Para hacerlo me voy a servir de un hilo de Shreyas Doshi en Twitter (corre a seguirle si todavía no lo haces) donde hace unas semanas habló precisamente de ello ilustrando esta idea a través de la historia de Bob, un PM que cambia de equipo dentro de su misma empresa.
Nuestro héroe, que hasta ahora formaba parte del equipo de Notificaciones, pasará a formar parte del equipo de Anuncios. Previo a su salida, su manager le escribe una recomendación destacando sus contribuciones en los últimos dos años y medio. Entre ellas, destaca:
Estar siempre atento a todo en lo que está trabajando el equipo.
Escribir detallados documentos de requisitos que ingenieros y diseñadores utilizan para hacer su trabajo más efectivo.
Tener reuniones uno a uno regulares con cada uno de los miembros del equipo semanalmente lo que le permite intervenir para detectar bloqueos de forma proactiva.
Y alguna otra más en esa línea. Con esa carta de presentación, Bob llega al equipo de Anuncios. Al poco tiempo recibe una review de su nuevo manager, en la que no sale tan bien parado. De acuerdo a ésta, nuestro héroe:
Desempodera a los miembros del equipo de contribuir al producto por su tendencia a querer estar en el medio de todo.
Organiza demasiadas reuniones que interrumpen el flujo del equipo.
No dedica el suficiente tiempo a entender el negocio y las necesidades de los clientes.
El Product Manager es el mismo, pero el contexto ha cambiado. Y el contexto, de igual modo que influye a la hora de expresar nuestros genes, también puede influir en el impacto que tengamos en una organización. Por ello es vital saber interpretarlo y adaptarse a él.
Interpretando nuestro entorno
El primer paso es reconocer que no todos los contextos son iguales. Aquel libro o curso que hiciste dónde explicaban qué funciones hacía un Product Manager no tiene por qué ser aplicable a todos los entornos. La empresa dónde termines trabajando, su historia, su cultura o incluso tu propio equipo, definirán el contexto en el que tendrás que ejercer tus funciones.
Escucha para entender el contexto
El primer error que comete nuestro héroe al cambiar de equipo es no haber dedicado tiempo a conocer y entender como estaba acostumbrado a trabajar éste. Es probable que si lo hubiera hecho, hubiera percibido que este equipo era más maduro y estaba acostumbrado a participar mucho más activamente en el desarrollo del producto.
También habría podido detectar que este equipo no tenía problemas de ejecución, quizás porque tiene un Engineering Manager y un Tech Lead que ya se encargan de gestionarla eficientemente.
Al querer aplicar las mismas técnicas que le funcionaron anteriormente con un equipo que no las necesitaba, su contribución se percibía más como un estorbo que cómo una ayuda. Si hubiera sido capaz de interpretar el contexto, nuestro héroe podría haber delegado este tipo de tareas y centrarse en la parte de Discovery.
Dejando de lado la historia de Bob, también es importante dedicar tiempo también a entender el contexto de la empresa en la que te encuentras y las expectativas de tu manager. El primer manager de Bob claramente ponía en gran valor sus dotes de ejecución mientras el segundo no. Ante la más mínima duda, pregunta directamente qué es lo que se espera de ti y actúa en consecuencia.
No asumas que lo que te trajo hasta aquí te va a llevar al siguiente nivel.
Amplía tu libro de jugadas
Puede darse el caso de que Bob hubiera detectado todo esto pero su libro de jugadas estuviera limitado por una falta de experiencia. Por mucho que te esfuerces en escuchar, si no has podido experimentar otras formas de trabajar y sólo sabes hacer las cosas de una forma, estarás limitado a hacerlo sólo bajo ese patrón y con equipos que se adapten al mismo.
Es por lo tanto muy importante ir ampliando nuestro libro de jugadas evolucionando nuestra forma de trabajar. Esto lo podemos hacer dentro de nuestro propio equipo experimentando introduciendo cambios poco a poco en las dinámicas internas que hagan avanzar al equipo.
Si quieres maximizar tu aprendizaje te recomendaría que no pases mucho tiempo trabajando con el mismo grupo. Idealmente, y especialmente al inicio de tu carrera, cada dos años deberías estar cambiando de equipo, ya sea dentro de una misma empresa o dando el salto a otra.
Concluyendo
No hay dos contextos iguales. Lo que te puede llevar al éxito en un equipo, puede no tener absolutamente ningún impacto en otro.
Es vital que sepamos interpretar el contexto en el que nos encontramos y adaptemos nuestra forma de trabajo al mismo. Para ello, es fundamental que sepamos desenvolvernos en distintos entornos. Prepárate experimentando y rotando cada cierto tiempo.
Huye de posiciones maximalistas. No hay una única forma de hacer producto. La forma adecuada es aquella que maximiza el impacto dentro de tu empresa. Cada empresa es un mundo. No esperes que la empresa se adapte a ti si no demuestras primero que eres capaz de aportar valor jugando según sus reglas.
Nadie dijo que esto fuera fácil.
📝 Referencias
📚 Lecturas recomendadas de la semana
Inauguro esta sección en la lista de correo donde mi intención es ir dejando enlaces a artículos interesantes que he leído durante la semana.
Humans solve problems by adding complexity, even when it’s against our best interests
Why software projects take longer than you think: a statistical model
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