Manual de Sabotaje de Organizaciones
Tácticas que la CIA recomendaba para sabotear una organización desde dentro y cómo evitarlas en tu empresa.
¿Creerías que, hoy mismo, en tu empresa, hay personal saboteándola internamente aplicando métodos ideados por la CIA? Sigue leyendo.
En el año 2008, la agencia de inteligencia estadounidense desclasificó un manual de sabotaje, Simple Sabotage Field Manual, creado y distribuido en los países ocupados durante la Segunda Guerra Mundial. Su objetivo era proporcionar ideas que el ciudadano de a pie podía utilizar en su día a día para entorpecer los esfuerzos bélicos del invasor.
Es una lectura corta, de apenas 10 minutos, y se enfoca principalmente en métodos sencillos de sabotaje sobre edificios, sistemas de transporte, comunicaciones o la red eléctrica. Pero también incluye un par de capítulos dedicados a sabotear organizaciones que sorprenden por lo actuales que resultan.
Os reto a echarle un ojo e ir haciendo la quiniela sobre cuántos suceden en vuestras empresas.
Técnicas de sabotaje interno
A nivel de organización
Insiste en hacerlo todo a través de canales oficiales. No permitas nunca que se tomen atajos para acelerar decisiones.
Da "discursos". Habla extensamente y con la mayor frecuencia posible. Ilustra tus puntos con anécdotas y relatos de experiencias personales.
Cuando sea posible, escala todos los asuntos a comités para un "mayor estudio y consideración". Intenta que sean lo más grandes posible, nunca menos de cinco personas.
Apunta aspectos irrelevantes tan a menudo como sea posible.
Exige una redacción precisa de comunicaciones, actas y resoluciones.
Resucita los asuntos cerrados en la última reunión, cuestionando esas decisiones.
Aboga por la "precaución". Aparenta ser razonable, insta a tus compañeros a serlo. Argumenta que tomar una decisión apresurada podría resultar en situaciones vergonzosas o dificultades en el futuro.
Cuestiona la idoneidad de cualquier decisión: plantea si la acción que se contempla está dentro del área de responsabilidad del grupo o si podría entrar en conflicto con la de algún nivel superior.
A nivel de mánagers
Exige siempre las órdenes por escrito.
Malinterpreta las órdenes. Haz preguntas interminables y enfráscate en largas conversaciones. Discútelas siempre que puedas.
Haz lo posible por retrasar la entrega. No hagas entregas parciales aunque puedas. Espera siempre a hacer la entrega completa.
Si pudieras tener una dependencia, no la adviertas hasta que sea demasiado tarde y obligue a detener la entrega.
Exige siempre la máxima calidad en tus herramientas. Si no la recibes, quéjate. Advierte de las consecuencias de trabajar con una mala infraestructura.
A la hora de asignar tareas, prioriza las menos importantes primero. Vigila que las importantes recaigan en los trabajadores menos eficientes y con peores equipos.
Insiste en la perfección en cosas poco relevantes; devuélvelas y no aceptes el más mínimo defecto que sea evidente. Sin embargo, acepta aquellas que sepas que contienen errores que no sean visibles a simple vista.
Comete errores al entregar el material de forma que termine en el sitio en el que no correspondía.
Confunde a los nuevos empleados dándoles instrucciones confusas o erróneas.
Para disminuir la moral, y con ello, la producción, promociona inmerecidamente a los trabajadores ineficientes. Discrimina a los eficientes; quéjate de su trabajo.
Organiza reuniones siempre que haya algo a resolver.
Multiplica el papeleo. Pide duplicados.
Multiplica los procesos y autorizaciones necesarias para realizar tareas sencillas. Haz que hagan falta tres aprobaciones cuando una podría bastar.
Aplica todas las directrices y procedimientos al pie de la letra.
A nivel de empleados
Trabaja despacio. Piensa como puedes añadir pasos innecesarios a tu flujo de trabajo. Usa herramientas inadecuadas.
Introduce tantas interrupciones como puedas y alárgalas cuánto más mejor.
Aunque lo entiendas, simula tener problemas con el lenguaje.
Expresa que las instrucciones no están claras y que necesitas que las definan mejor. Añade cuántas más preguntas mejor para clarificarlas.
Rinde poco y achaca los problemas al mal equipamiento o infraestructura. Quéjate diciendo que su mala calidad te está impidiendo realizar tu trabajo efectivamente.
Nunca pases tus conocimientos a un júnior.
Líasela a administración de todas las formas posibles. Rellena los formularios mal de forma que tengan que rehacerlos; comete errores y omite información.
Si es posible, organiza grupos de empleados para presentar los problemas a la dirección en grandes reuniones. Trata únicamente un problema por reunión.
Pierde cosas. Genera riesgos de seguridad.
El manual de sabotaje de la CIA es tan sólo un ejemplo de arma no convencional que se puede utilizar en una guerra para desmoralizar al enemigo. Se escribió hace 80 años pero sus consejos para entorpecer cualquier esfuerzo resultan demasiado actuales.
No todo está perdido. Las empresas podrían adoptar ciertas tácticas para prevenir sabotearse a sí mismas. Empezando por:
Reducir burocracia y los procesos dando más autonomía a los empleados para tomar decisiones.
Definir claramente responsabilidades y expectativas de estos, validando que se cumplen.
Impartir formación que capacite a la plantilla par cumplir sus expectativas de acuerdo a lo que se espera de ellos.
Y lo más importante de todo, compartir y discutir este artículo internamente para identificar aquellas costumbres y rituales que es necesario cambiar lo antes posible.
Es fascinante ver cómo las estrategias se mantienen en el tiempo, solo cambian de forma y no de fondo :D.
Tenía guardado un vídeo que en tono irónico detalla gran parte de estas estrategias listadas, es buen momento para compartirlo porque se complementa muy bien:
https://youtu.be/T_WtMf5eGgk?si=_JvQfAaLul8qHTgh
Mientras leía las estrategias de sabotaje no podía parar de pensar en ejemplos en mi empresa… no se si reír o llorar. :)