Más allá de la estrategia: La importancia de la ejecución
¿Hay estrategia sin ejecución? Sobre por qué la capacidad de ejecución es más importante que la estrategia para conseguir nuestros objetivos.
Esta newsletter se llama Estrategia de Producto. Pero si echo la vista atrás, la realidad es que hablo mucho de ejecución. No es casualidad. La estrategia sin ejecución es una receta para el fracaso.
Tampoco es coincidencia que las empresas más exitosas del mundo ejecuten de forma escandalosa: Amazon, Apple, Microsoft, Google… ¿se os ocurre alguna empresa de éxito que no ejecute bien? Una buena ejecución parece condición imprescindible para el éxito empresarial.
Esto es aún más crítico según la fase de la empresa. Una gran empresa puede permitirse tener un mal año, o hasta una mala década como tuvieron Microsoft o Apple. Si una startup tiene un mal año, las cosas se pueden poner muy feas.
Así, en empresas pequeñas, la ejecución es todavía más importante que la estrategia. Necesitas velocidad. Necesitas probar y probar y probar hasta dar con la siguiente palanca de crecimiento. Si tus dinámicas internas te frenan, estás muerto.
El gran Shreyas Doshi dice que Impacto = (Ejecución ^ Estrategia). Así, la estrategia tiene el efecto de multiplicar exponencialmente el impacto de una buena ejecución. Y también según su fórmula, si la ejecución es cero, el impacto también será cero (0 ^ 100 = 0).
No hay estrategia sin ejecución.
¿Por qué es crítica la ejecución?
Si bien la estrategia te marca el objetivo y el camino a seguir, es la ejecución lo que te hace avanzar a través del mismo.
Veamos algunos motivos de por qué esta es crítica:
La ejecución convierte la estrategia en realidad. No se conquista un mercado desde la sala de mapas. Tiene que haber alguien sobre el terreno asegurándolo y convirtiéndola en realidad.
La ejecución es lo que genera el valor. La estrategia es un plan. Pero de planes no se come. La ejecución de la estrategia es lo que permite entregar valor a los clientes (y cobrarlo).
La ejecución es una ventaja competitiva. Decía Peter Drucker, que la estrategia es una commodity, y la ejecución un arte. Esto es así porque la mayor parte de empresas tienen estrategias similares. Es la implementación de las mismas lo que termina diferenciando a unas de las otras.
La ejecución retroalimenta la estrategia. La estrategia no deja de ser una teoría, y no es hasta que se ejecuta, que aprendemos realmente si funcionará. La información que recibiremos de los primeros contactos con el mercado es lo que nos permitirá corregirla y ajustarla a la realidad.
La ejecución genera confianza en la organización. Las nuevas estrategias caducan muy pronto. La inercia y el día a día de las empresas las hacen caer en el olvido muy rápidamente si estas no se implementan con decisión. Para hacerlo, necesitas tener capacidad de ejecución.
En definitiva, la ejecución es la forma que tienen las empresas de alcanzar sus objetivos. Más startups han muerto por carencias en la ejecución que por una mala estrategia.
Una buena ejecución de un plan mediocre puede suponer un buen negocio. Una mala ejecución de una idea excelente, sólo conseguirá llevarte hasta la ruina.