Modelos mentales para Product Managers: El Principio de Inversión
Introducción a los modelos mentales. Descubriendo el Principio de Inversión. Cómo aplicarlo para desarrollar mejores productos.
Desde hace unos meses vengo aplicando en mi trabajo como Product Manager un modelo mental que me está resultando especialmente útil, el Principio de Inversión.
Me parece además un ejemplo perfecto para introducir la figura de los modelos mentales y cómo éstos pueden ayudarnos en nuestro día a día, así que he decidido crear este post para poner en orden mis ideas y, de paso, compartirlo con vosotros.
¿Qué es un modelo mental?
Un modelo mental no es más que una estructura del pensamiento que nos ayuda a procesar el mundo que nos rodea de forma más efectiva. En lenguaje técnico podríamos decir que son hacks, librerías, o rutinas, que nuestro cerebro utiliza para reducir la complejidad del mundo exterior.
Casi todo lo que podemos leer hoy en día en Internet sobre modelos mentales se lo debemos a Charlie Munger, legendario inversor y mano derecha de Warren Buffet, quién en 1994 dio una charla en la USC Business School (vídeo / transcripción) en la que describía cómo los utilizaba:
What is elementary, worldly wisdom? Well, the first rule is that you can’t really know anything if you just remember isolated facts and try and bang ’em back. If the facts don’t hang together on a latticework of theory, you don’t have them in a usable form. You’ve got to have models in your head. And you’ve got to array your experience — both vicarious and direct — on this latticework of models. You may have noticed students who just try to remember and pound back what is remembered. Well, they fail in school and in life. You’ve got to hang experience on a latticework of models in your head.
What are the models? Well, the first rule is that you’ve got to have multiple models — because if you just have one or two that you’re using, the nature of human psychology is such that you’ll torture reality so that it fits your models, or at least you’ll think it does. You become the equivalent of a chiropractor who, of course, is the great boob in medicine. It’s like the old saying, “To the man with only a hammer, every problem looks like a nail.” And of course, that’s the way the chiropractor goes about practicing medicine. But that’s a perfectly disastrous way to think and a perfectly disastrous way to operate in the world. So you’ve got to have multiple models. And the models have to come from multiple disciplines — because all the wisdom of the world is not to be found in one little academic department. That’s why poetry professors, by and large, are so unwise in a worldly sense. They don’t have enough models in their heads. So you’ve got to have models across a fair array of disciplines.
Como podemos ver, Munger utiliza los modelos para organizar toda la información que absorbe de sus lecturas y su propia experiencia. Esos modelos, forman luego un catálogo, del cual podemos extraer uno u otro según la ocasión para aplicarlo en el mundo real.
El Principio de Inversión
Uno de los modelos mentales del que Munger ha hablado específicamente en más de una ocasión es el Principio de Inversión, el cual se basa en una máxima del matemático alemán Carl Gustav Jacobi: “Invierte, siempre invierte” .
Jacobi hizo importantes contribuciones a las matemáticas de su época, y una de sus formas de enfrentarse a los problemas más difíciles era expresarlos de forma inversa.
Munger lo explica con un ejemplo sobre la India:
“Think forwards and backwards — invert, always invert.” “Many hard problems are best solved when they are addressed backward.” “The way complex adaptive systems work and the way mental constructs work is that problems frequently get easier, I’d even say usually are easier to solve, if you turn them around in reverse. In other words, if you want to help India, the question you should ask is not “how can I help India,” it’s “what is doing the worst damage in India? What will automatically do the worst damage and how do I avoid it?”
Naturalmente tendemos a abordar los problemas de frente, comenzando por el principio. Munger destaca la importancia de considerar también el camino inverso, para asegurarnos primero de tener cubierto todo aquello que seguro nos impediría conseguir nuestro objetivo.
Aplicando el Principio de Inversión para desarrollar mejores productos
El proceso para utilizar el Principio de Inversión es muy sencillo:
Define el problema: ¿Qué quieres resolver?
Inviértelo. ¿Qué tendrías que hacer que te garantizaría fracasar en el intento?
Plantea soluciones. ¿Qué deberías hacer para evitar que suceda lo descubierto en el paso anterior?
Pongamos un ejemplo del mundo real. Imaginemos que somos uno de los Product Managers de un e-commerce, el cual quiere aumentar su tasa de conversión.
En lugar de plantear qué podemos hacer para aumentar la tasa de conversión, invirtamos. ¿Qué podemos hacer para garantizar que nuestra tasa de conversión no aumente?
Entre otras cosas podríamos decir:
Dar poca confianza a los clientes que nos visiten
Complicar el proceso de compra introduciendo un proceso de registro
Hacer que nuestra plataforma no responda adecuadamente
No proporcionar todos los métodos de pago posibles
No ofrecer versión para todos los dispositivos
Ofrecer información innecesaria en la página de un producto
Una vez tenemos la lista de cosas que nos garantizarían no tener éxito, podemos comenzar a buscar soluciones. Veamos un ejemplo con los 3 primeros puntos de la lista:
Dar poca confianza a los clientes que nos visiten
Tenemos claro que una de las formas de que nuestra tasa de conversión no aumente es que nuestra aplicación diera poca confianza al cliente. ¿Qué podríamos hacer para dar esa confianza?
Cuidar el diseño de nuestra aplicación para dar una imagen profesional
Utilizar imágenes de buena calidad de los productos
Destacar las opciones de contacto, incluyendo un número de teléfono, para que el cliente sepa que en caso de tener un problema habrá alguien al otro lado con quién interactuar
Tener fácilmente accesible información clara en relación al proceso de compra: pedidos, devoluciones, horario de entrega, etc
Explicar quiénes somos y por qué el cliente debe confiar en nosotros
Complicar el proceso de compra introduciendo un proceso de registro
Pensamos que introducir un proceso de registro complicado puede hacer que muchas personas abandonen el carrito. ¿Qué podríamos hacer para tratar de minimizar este efecto?
En primer lugar consideraría, ¿es realmente necesario que el usuario tenga que crear una cuenta para hacer una compra? ¿Podemos directamente evitarlo?
Si no pudiéramos, ¿podemos simplificarlo? Por ejemplo, ¿es necesario que el usuario tenga que pararse a pensar un nombre de usuario y una contraseña?. Su nombre de usuario podría ser su email y en lugar de escoger una contraseña podríamos un link de inicio de sesión al correo que, además, nos servirá para validarlo.
Hacer que nuestra plataforma no responda adecuadamente
Pocas cosas hay más frustrantes que iniciar un proceso de compra y encontrarnos un entorno lento o, un error, que nos impida continuar. Para solucionarlo podríamos establecer restricciones de rendimiento sobre nuestra aplicación de las cuales el equipo técnico sería responsable de cubrir. Por ejemplo:
El peso total de cada petición entre nuestra aplicación y el dispositivo del cliente no puede ser superior a 1mb
El sistema debe tener un 100% de disponibilidad
Debe ser capaz de resistir una carga de 1000 usuarios por segundo durante picos de 15 minutos
Menos del 0,5% de fallos en nuestro sistema de error tracking
Sencillo, ¿verdad? La ventaja del Principio de Inversión es que nos obliga a centrarnos en aquellas cosas que son realmente críticas para nuestro objetivo, y es que, como dice el propio Munger, en el largo plazo es mucho más eficiente ser consistente evitando errores que tratar de ir siempre un paso por delante.
“It is remarkable how much long-term advantage people like us have gotten by trying to be consistently not stupid, instead of trying to be very intelligent.” Charlie Munger.
Otros ejemplos del Principio de Inversión
Veamos algunos otros ejemplos de aplicación del principio de inversión fuera del ámbito del Product Management.
Aplicando el Principio de Inversión para lograr metas personales
Hace un par de meses pasé por una pequeña crisis al ver la cantidad de libros que se acumulaba en cada rincón de mi casa pendientes de leer, así que me propuse buscar una solución tratando de aplicar el Principio de Inversión.
¿Qué tendría que hacer para garantizar que nunca podría leer los libros que tengo pendientes?
Malgastar mi tiempo en RRSS
Leer demasiada prensa online
Abusar de Netflix y derivados
Una vez identificado aquello que garantizaría mi fracaso, tomé las siguientes medidas:
Desinstalé cualquier aplicación social de mi móvil
Bloqueé los principales medios digitales de información
Establecí un máximo de un capítulo diario de tiempo de TV
El resultado no se hizo esperar, y en poco tiempo mi lista de libros pendientes comenzó a bajar.
Aplicando el Principio de Inversión a tu relación de pareja
¿Se puede aplicar el principio de inversión a tu relación de pareja? Intentémoslo. ¿Qué te aseguraría fracasar en la misma?
No comunicarte regularmente
No ser empático no poniéndote nunca en su lugar
No ser una persona de fiar
Aplicando el Principio de Inversión para ser un buen líder
Especialmente dedicado a cualquiera con personas a su cargo. ¿Qué te garantizaría fracasar cómo líder?
No tener una estrategia clara y cambiar de opinión constantemente
Microgestionar a tu equipo diciendo el cómo en lugar de explicando el por qué
No hacer reuniones individuales con los miembros de tu equipo regularmente para ayudarles en su desarrollo profesional
No ser transparente reservándote la información que te llega de otras área de la empresa
Aplicando el Principio de Inversión para tener una buena vida
Poniéndonos filosóficos. ¿Qué te garantizará tener una vida miserable en el futuro?
Desaprovechar cada momento que puedas estar con tu familia y am
No cuidar tu cuerpo y tu mente
Gastar por encima de tus posibilidades
Conclusiones
Como veis, no hay límite sobre lo que podemos aplicar el Principio de Inversión, porque al final no se trata de otra cosa más que de una herramienta con la que obligarnos a considerar los problemas desde otro punto de vista.
Debo reconocer que me siento especialmente atraído por todas aquellos hacks que me obligan a salir de mi zona de confort, ya que mi experiencia me dice que, en el fragor de la batalla diario, es demasiado sencillo dejarse llevar por la comodidad de lo que ya conocemos y no dedicar tiempo a considerar formas alternativas de hacer las cosas.
A los que no conocierais el concepto espero que lo encontréis interesante. Espero también poder seguir encontrando tiempo para continuar escribiendo en el futuro sobre éstos y otros temas. Ha sido un placer estar con vosotros y, os dejo algunos links para que tengáis buen material para las próximas semanas. ¡Disfrutadlo!
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Otros modelos mentales
Hay cientos de modelos mentales que podemos aplicar en nuestro día a día. A continuación algunos de los mejores recopilatorios que me han resultado más útiles.
Farnam Street, sitio que no puedo dejar de recomendar, tiene una lista de hasta 109 modelos mentales explicados brevemente
Gabriel Weinberg, cofundador de DuckDuckGo tiene su propia recopilación personal de modelos mentales en Medium
Para Product Managers, otra figura imprescindible es Brandon Chu, General Manager y Product Director de Shopify, quién publicó en Medium Product Management Mental Models for Everyone
Referencias
Artículos sobre el Principio de Inversión en los que me he apoyado para hacer este post: