No todas las buenas ideas son buenos negocios
Hay magníficas ideas que nunca serán un buen negocio. La importancia de validar los cuatro grandes riesgos antes de construir. Una característica común de los malos negocios. Aerolíneas, Glovo y Uber.
La semana pasada Miguel Ángel Durán, @midudev, divulgador tech en Twitch, me hizo una entrevista en su canal para hablar sobre la crisis en el sector.
Durante un momento de la misma, Miguel Ángel me pregunta qué le recomendaría a alguien que tuviera una idea para emprender. Haciendo un repaso mental rápido a mis más de 20 años haciendo producto, le dije que antes de ponerse a construir, el primer paso siempre debe ser validar la idea.
Marty Cagan responsabiliza al Product Manager de validar lo que él considera los cuatro grandes riesgos:
Value Risk: ¿Soluciona un problema real de nuestros usuarios? Y lo más importante, ¿pagarán por ello?
Usability Risk: ¿Serán capaces de saber utilizarlo?
Feasibility Risk: ¿Tenemos las capacidades técnicas, los recursos y el tiempo necesario para construirlo?
Business Viability Risk: ¿Es viable económicamente? ¿Encaja con los valores de la empresa? ¿Es ético? ¿Es legal? ¿Puede afectar a nuestra reputación?
Construir es sencillo y reconfortante. Como buen ingeniero que soy, puedo disfrutar enormemente metiéndome en la cueva y construyendo algo durante meses. De hecho, cada mes que paso de más en la cueva es un mes que retraso enfrentarme al terror: la validación del mercado.
Y es que puedes pasarte años diseñando el mejor producto de la historia, pero como salgas a la calle y resulte que no consigas venderlo o tu modelo de negocio no funcione, puedes haber perdido un valioso tiempo y dinero.
Y es que, lo que puede parecer una buena idea sobre el papel, puede terminar siendo un pésimo negocio. Veamos algunos ejemplos.
🛩 Warren Buffett y las aerolíneas
En el artículo Una lección de estrategia de Arnold Schwarzenegger comentaba una anécdota de Warren Buffett.
Warren Buffett escribió irónicamente en una de sus famosas cartas a los accionistas que, si un inversor avispado hubiera estado presente en el primer vuelo de los hermanos Wright, el mejor favor que le podría haber hecho a sus sucesores hubiera sido disparar a Orville antes de despegar.
“If a far-sighted capitalist had been present at Kitty Hawk, he would have done his successors a huge favor by shooting Orville down” — Warren Buffet
Lo dice porque históricamente las aerolíneas han sido una inversión nefasta para los inversores. Son negocios que requieren de una gran inversión inicial y, que con unos márgenes muy estrechos debidos a la competencia en precios entre todas ellas al tratarse de un servicio indiferenciado, son propensos a quebrar.
Las aerolíneas son una idea alucinante. ¿Quién no quiere trasladarse en avión de un punto a otro del planeta? Ahora, ¿puede decirse que han sido un buen negocio? Si miramos la lista de aerolíneas quebradas sólo en EEUU, históricamente no lo han sido.
🍔 Glovo y el reparto de comida a domicilio
Otra buena idea son los servicios de comida a domicilio como Glovo. ¿Quién no va a querer que le traigan comida a la puerta de su casa casi gratis? Es imposible que algo así no tenga demanda. El tamaño del mercado es planetario.
Ahora bien, ¿son los negocios de reparto de comida a domicilio un buen negocio? Glovo perdió 474 millones de euros en 2021. Esos pedidos que llegaban a tu casa no eran rentables. Literalmente, te los estaban subvencionando sus inversores.
Los inversores le daban dinero a Glovo para que siguiera creciendo. El crecimiento era lo único importante. La aspiración es hacerte con una posición dominante en el mercado de forma que expulses a la competencia y en algún futuro lejano logres ser rentable.
Pero incluso sin llegar a ser rentable, los inversores tienen dos formas de recuperar su dinero. O bien con una adquisición directa por un competidor que esté jugando al mismo juego, o bien mediante la salida a bolsa de la compañía.
En el caso de Glovo la venta se anunciaba el 31 de diciembre de 2021. Delivery Hero, el Glovo alemán, se hacía con la mayoría del capital social a una valoración de 2300 millones de euros, que pagaría en acciones propias. Un aparente éxito viendo que Glovo había levantado 1200 millones a lo largo de su historia.
Pero desde Diciembre, las acciones de DH han caído un 65%, por lo que los 2300 millones iniciales, se quedan actualmente en 800, que es un tercio menos que todo el capital levantado por la empresa española.
¿Una buena idea? Seguro. ¿Un buen negocio?
🚖 Uber pone un chófer a tu servicio
Uber se fundó en 2009 en San Francisco, por lo que lleva 13 años entre nosotros. La idea no podría ser más atractiva: poner al alcance de cualquiera un chófer privado al alcance de tu móvil.
Sobra decir que, por supuesto, Uber no ha sido rentable en sus 13 años de historia. Este año está previsto que pierda 4000 millones de dólares. ¿Ese chófer con su coche molón que te llevaba del aeropuerto a casa? Subvencionado desde el primer día.
La empresa salió a bolsa en 2019 cotizando a 41$ por acción. Hoy lo hace a 22$. Algunos dudan de que Uber pueda ser alguna vez rentable con su actual modelo económico. El mercado parece dudarlo también.
¿Es Uber una buena idea? Sin duda. ¿Será un buen negocio en el futuro? Quizás. Hoy no lo es.
😖 Una característica común de los malos negocios
Uber, al igual que Glovo, al igual que la mayoría de aerolíneas comparten un problema similar, no son negocios defendibles.
El ejemplo más claro está en las aerolíneas. ¿Qué diferencia un vuelo de Delta a uno de Air France entre París y Nueva York? Prácticamente nada, hasta los aviones son los mismos. El 99% del público escoge el que mejor se adapta a sus horarios y/o precio.
La tecnología que llevó a Uber a liderar el mercado es ahora una commodity. En España Cabify ofrece el mismo servicio. Pero hasta el tradicional sector del taxi que Uber venía a reemplazar, tiene ya su propia aplicación, Free Now.
Y, al igual que con las aerolíneas, la mayor parte de clientes que necesitan ir de un punto A a un punto B les da absolutamente igual hacerlo en un Uber, Cabify o en un taxi. Lo harán en el que tengan más a mano en ese momento dado. El coste de cambio es inexistente.
Si pasamos al negocio de la comida a domicilio ocurre exactamente lo mismo. Se da la paradoja de que Uber creó su propio servicio, Uber Eats, que terminó compitiendo con Glovo en España. Y como prácticamente los restaurantes que encuentras dentro de cada aplicación son los mismos, siempre vas a pedir en el que tenga la mejor oferta del momento.
Eso obliga a los participantes en el mercado a bajar sus precios hasta que el margen sea cero o negativo, en un fenómeno que ya describió el matemático francés Joseph Louis François Bertrand en 1883.
Competir en esas condiciones se convierte en una carrera de la rata entre inversores, poniendo dinero unos contra otros en sus invertidas tratando de que sean ellas las que consigan adquirir una posición dominante.
La espera puede ser larga. Recordemos que Uber lleva 13 años en números rojos.
⛱ Sweet summer child
En las novelas de Juego de Tronos, George RR Martin utiliza el término “Dulce niño del verano” para identificar a aquellos que sólo han vivido los buenos tiempos.
No puedo evitar pensar que Uber, Glovo, y tantas otras empresas con valoraciones estratosféricas han sido nuestros hijos del verano de esta generación.
Ahora que se acerca el frío, los bancos centrales comienzan a subir los tipos de interés y los inversores se refugian en sus fortalezas de invierno, cuesta imaginar que volvamos a ver en el corto plazo negocios creciendo a pérdidas infinitamente.
Como decía en el artículo sobre la crisis del sector tech, en los próximos 12/24 meses, el crecimiento probablemente será rentable o no será.
Una buena idea ya no será suficiente para levantar una ronda. Tendrá que ser también un buen negocio.
Excelente lectura, gracias por compartir.
Muy interesante, gracias por este artículo!!